Oliver Rudolph: fotógrafo de retratos, moda y comercial

Oliver Rudolph, joven de 26 años y natural de Colonia, lleva ocho años trabajando como fotógrafo. Descubrió su pasión por casualidad y así comenzó en la industria como fotógrafo de eventos. No es precisamente un comienzo fácil, ya que a menudo se espera una gran disposición a trabajar por poco dinero. Pero no se mantuvo así por mucho tiempo. Oliver probó suerte en otras áreas de la fotografía, como la editorial, la de belleza o la comercial. Esto le permitió desarrollarse rápidamente. Las metas elevadas y los modelos de conducta con un nivel superior de fotografía siempre han formado parte de su profesión. Esto lo estimuló una y otra vez y lo llevó al punto en el que se encuentra ahora.

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Nueva York, Milán, Tokoyo, París y Londres – El fotógrafo de moda Oliver Rudolph tiene grandes objetivos

Hace cinco años, nunca habría esperado crecer tan rápido como fotógrafo. Por supuesto, Oliver Rudolph sigue teniendo hoy en día grandes modelos de conducta y altas metas. Un día le gustaría viajar a Tokio y rodar en los lugares más bonitos de allí. Para tener éxito en el negocio de la fotografía, se requiere un alto nivel de motivación. A menudo, la semana de 7 días es la norma: apenas queda tiempo libre. No es un problema para Oliver, porque vive para su profesión. Lo notas sobre todo cuando has estado en uno de sus rodajes. Siempre intenta crear un ambiente relajado para trabajar, de modo que sobre todo el modelo se sienta cómodo frente a la cámara. Se centra en captar el resplandor interior en las fotografías. Para ello es especialmente importante una relación relajada y amistosa con sus modelos. Además, la paciencia juega un papel enorme para él, porque hasta ahora nadie ha conseguido hacer la foto perfecta a la primera. Pero esto es necesario en este duro negocio.

Además de las publicaciones en revistas o campañas de clientes, sus fotos también pueden verse en sus canales de redes sociales. Esta es una oportunidad de presentación muy importante para Oliver, porque le permite ampliar su red de clientes. Uno de los sueños de Oliver es tener a Miranda Keer delante de su cámara, preferiblemente en un lugar iluminado y limpio, porque así es como le gusta rodar. En el estudio, normalmente sólo hace fotos de aplicaciones. Sin embargo, conociéndole, seguirá probando mucho y continuará ascendiendo en su carrera.

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